lunes, 14 de febrero de 2011

¡Buff!

Por todas esas veces en las que has sido feliz. Por todas esas veces en las que has reído. Por todas esas veces en las que has tocado el cielo con las manos. Por todas esas veces en las que una sonrisa estaba pintada en tu cara desde primera hora de la mañana. Por todas esas veces en las que nadie podía ponerte de mal humor. Por todas esas veces en las que has sido la persona más libre del mundo. Por todas esas veces en las que has estado de fiesta. Por todas esas veces en las que ni un problema podía fastidiarte el día. Por todas esas veces en las que tenias alguien con quien compartir todos esos momentos. Por todas esas veces en las que la palabra tristeza no estaba en tu vocabulario. Por todas esas veces en las que de tus ojos solo caían lagrimas de felicidad. Por todas es veces.. Por todas esas veces, hay una, aunque solo sea una, en la que todo es diferente. Hay una vez en la que todo parece estar en tu contra, una en la que ni la persona a la que mas quieres puede animarte. Una en la que deseas con todas tus fuerzas que la tierra te trague y desaparecer un tiempo. Una en la que eres incapaz de esbozar una sonrisa aunque sea falsa. Una en la que pasas de todo y de todos. Una en la que te dejas de importar y solo piensas en el daño que le has hecho a los demás. Una en la que te gustaría olvidarte de todos tus problemas pero no puedes. Una en la que no encuentras motivo para ser feliz. Una en la que desearías con todas tus fuerzas volver atrás y que las cosas hubiesen sido de otra forma. Y es que por cada mil cosas buenas ocurre una mala, que es capaz de acabar con todo. Dicen que hay que ser optimista y pensar las cosas en positivo, pero ahora mismo no tengo ganas de teatros y farsas, no tengo ganas de maquillarme y salir a la calle como si nada, no tengo ganas de escuchar a nadie, no tengo ganas de risas, de alegrías, de historias felices, de cuentos de cenicientas que terminan siempre felices. Porque eso es mentira, no existen los finales felices, los finales felices son solo la mitad de la historia, lo que nunca te cuentan en los cuentos de Disney, es el verdadero final. En el que la princesa y el príncipe rompen y todo se va a la mierda. No te cuentan como decirle a tu príncipe que ya no lo es, y que quieres que todo acabe, no te cuentan nada más que las cosas bonitas, y es que a la gente no le gusta leer problemas, y cosas tristes. Pero eso no quita que sea una absurda mentira que te impide estar preparado en tu primer golpe, en tu primer desamor, y es que difícil y doloroso es que te dejen, pero dejar tampoco es nada fácil. No lo es.
Que.. Te quiero. Que te quiero. Que te quiero. Que lo siento, y que te quiero. Que el cuento de Disney ya ha llegado a la mitad y es hora de escribir el verdadero final, nuestro final.

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